miércoles, 26 de enero de 2011

Tafer te informa: Málaga concentra la mitad de los terremotos registrados en el último mes en la península


El Instituto Geográfico Nacional contabiliza catorce seísmos en la provincia, la mayoría en el entorno de Campillos

La tierra no para de temblar, aunque casi siempre lo hace de forma imperceptible para los seres humanos. Casualmente, en el último mes las sacudidas se han concentrado en la provincia de Málaga, y se han cebado especialmente en el término municipal de Campillos. Así lo reflejan las estadísticas del Servicio de Información Sísmica, dependiente del Instituto Geográfico Nacional, que constata la importante actividad sísmica de esta zona geográfica.
Esta institución académica, dependiente del Ministerio de Fomento, ofrece en su página web la relación completa de los últimos temblores de los que se tiene constancia científica. En total, se han producido en España catorce, de los que siete tuvieron su epicentro en puntos de Málaga: cinco en Campillos; uno en Torremolinos y otro en Ojén.
No obstante, en todos los casos se trató de fenómenos casi imperceptibles para las personas. Para su estudio se emplean dos términos, según los datos aportados por el Instituto Andaluz de Geofísica (IAG), con sede en Granada: la magnitud y la intensidad. El primero es una medida del tamaño del terremoto, un indicador de la energía que ha liberado (la conocida escala Richter). Mientras que el segundo mide el tamaño del terremoto en función de los efectos que produce (sobre las personas, los objetos, las construcciones y el terreno).

Vista aérea de Campillos

Enjambre sísmico
El que tuvo una magnitud mayor fue el ocurrido en Torremolinos el 30 de diciembre, de 3,7 grados, que no llegó a causar daños. A su vez, dos de las sacudidas ocurridas en el municipio de la comarca de Antequera se quedaron en los tres grados (los días 12 y 13 de enero). Si se tiene en cuenta la intensidad, el último de los descritos alcanzó el grado III.
¿Tiene alguna explicación científica la coincidencia de temblores en esta zona concreta? Jesús Ibáñez, director del IAG, reconoce que los alrededores de Campillos tienen actualmente una mayor actividad sísmica, pero añade que no hay nada fuera de lo normal: «Se está produciendo lo que se conoce como un enjambre sísmico, una acumulación de terremotos en una zona determinada», y añade: «No hay una actividad extraordinaria; si viéramos los datos de otros años la concentración podría estar en Ronda, o en la ciudad de Granada».
Según los datos del Instituto Andaluz de Geofísica, este fenómeno comenzó en diciembre del pasado año, y hasta ahora ha dejado un total de 30 eventos de magnitud mayor o igual a 2, de los que la mitad han alcanzado o superado el grado 3. El evento de mayor magnitud según esta institución ocurrió el 13 de enero a las 17.42 horas, y alcanzó los 3.5 grados. «Cuando el Instituto Geográfico Nacional le asigna intensidad II es porque pudo ser sentido, pero solo los superiores al grado III son realmente percibidos», comenta el investigador.
Desde la Universidad de Málaga, el profesor Francisco Criado, que está llevando a cabo estudios sobre grandes terremotos, corrobora que los ocurridos en Málaga en fechas recientes son muy pequeños, no son sentidos por la población y tampoco tienen relevancia a nivel científico.
Con todo, no se puede olvidar que la provincia forma parte de un entorno especialmente activo, al encontrarse en los límites de las placas tectónicas Africana y Euroasiática y la subplaca Ibérica: «Si trazamos un arco desde Gibraltar hasta el sur de Alicante obtendremos la zona de mayor actividad sísmica de la Península, junto con el cabo San Vicente», agrega Jesús Ibáñez.

Efemérides
La provincia ha sufrido numerosos temblores claramente perceptibles, el último en fechas recientes. Así ocurrió a las 3.30 horas de la madrugada del 24 al 25 de febrero de 2004, cuando un seísmo de magnitud 6,1 en la escala de Richter, con epicentro a 15 kilómetros al suroeste de la localidad marroquí de Alhucemas, se dejó sentir en la capital y los municipios limítrofes. El seísmo, que duró 20 segundos, despertó a miles de ciudadanos y colapsó las líneas telefónicas de los servicios de emergencias, aunque apenas ocasionó algunos leves daños materiales.
Sin embargo, en varios momentos a lo largo de su historia la Tierra no fue tan indulgente con la provincia, que ha sufrido los efectos de varias sacudidas altamente destructivas, a razón de uno en cada siglo. Así ocurrió en enero de 1494, con un sismo de magnitud 6.5 e intensidad IX-X que arrasó parte de la ciudad. Del mismo modo, el 18 de junio de 1581 se registró otro seísmo de intensidad VII-VIII con epicentro en Málaga.
El más destructivo de la historia se produjo el 9 de octubre de 1680. De intensidad IX, provocó la muerte de más de 70 personas en la provincia y sólo 150 casas de las 4.296 con que contaba la ciudad escaparon sin sufrir ningún daño. También existe constancia de fenómenos graves el 17 de julio de 1767; el 25 de diciembre de 1884 (que causó 1.500 muertos y destrozó por completo el pueblo de Arenas del Rey) y en 1885.
Aunque las infraestructuras actuales están diseñadas para hacer frente a estos fenómenos y recientemente no se han producido movimientos tan violentos, el riesgo sigue existiendo

 

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