Amsterdam
Málaga no pudo conseguir la Capitalidad Cultural Europea para 2016 pero esta ciudad no debe desanimarse. De hecho, ya le tocó un gran premio gordo internacional hace ahora 15 años que no solo mantiene sino que cuenta cada vez con un mayor brío. El Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) alberga la sede mundial de la Asociación Internacional de Parques Científicos y Tecnológicos (IASP), una institución que engloba a 390 parques repartidos en 70 países y en los que trabajan más de 125.000 empresas. Es una de las pocas sedes mundiales que tiene España y ha permitido colocar a Málaga en el mapa tecnológico, hasta el punto que cada año llegan a la capital centenares de expertos de todas las partes del planeta y desde Málaga se organizan todo tipo de eventos especializados en distintos puntos del globo. Una buena prueba de ello es que el director general de la IASP, Luis Sanz, dio el año pasado la vuelta al mundo cinco veces.
Conseguir la sede central de la IASP no fue nada fácil pues el proceso de selección se puede comparar al de unas Olimpiadas o un Mundial de Fútbol. En 1995, Málaga era conocida por la Costa del Sol pero ningún experto tecnológico sabía dónde estaba. El PTA apenas tenía tres años de vida y era un grano de arena insignificante frente a las grandes tecnópolis norteamericanas. En ese año, la instalación malagueña tenía 43 empresas, 1.052 empleados y la facturación agregada era de 104 millones de euros. Ni corto ni perezoso, Málaga se presentó a la pugna mundial por la sede central de la IASP junto con otras diez ciudades. El congreso internacional en el que se tenía que decidir todo se celebraba en Pekín. Hubo una primera criba y Málaga seguía viva, junto con Amsterdam, Barcelona, Funchal, París, Perth y Sidney. Tras un periodo de votaciones, Málaga pasó a la gran final junto a París y Amsterdam. "Estas dos ciudades fueron con una gran dispositivo y nosotros con un bolígrafo", indica Sanz. La única opción de la capital malagueña era ganarse el afecto de todos los representantes de la IASP uno a uno, en una particular guerra de guerrillas liderada por los llamados tres mosqueteros -Luis Sanz, Felipe Romera y José Pérez Palmis-. Les comentaban que Málaga era un parque incipiente pero que contaba con todo el apoyo de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento, así como que el coste de mantenimiento de la instalación iba a ser mínimo en comparación con el de París o Amsterdam.
Vista aérea del PTA de Málaga
Una de las principales virtudes de Sanz, Romera y Pérez Palmis es la perseverancia y, poco a poco, fueron ganando adeptos a la causa malagueña. Si todo el mundo cumplía lo prometido en petit comité, Málaga ganaría. Convencieron hasta al jefe de la delegación holandesa haciéndole ver que, teniendo en cuenta que iba a ser el próximo presidente de la IASP, no era lógico que empezase su mandato apoyando la derrota de Amsterdam.
Hoy en día eso ya es historia y Málaga está plenamente consolidada como sede mundial de la IASP. Su actual presidente, el brasileño Mauricio Guedes, destacó en este diario hace apenas dos semanas que la asociación no tenía ninguna intención de cambiar de aires.
El trabajo en todos estos años ha sido ingente. Desde Málaga se han organizado todas las reuniones anuales de las conferencias mundiales y regionales de la IASP. La primera fue en Rio de Janeiro en 1996 y la última en Daedeok (Corea del Sur) en 2010. Sus técnicos están ahora preparando las conferencias mundiales que tendrán lugar en Copenhague en 2011 y Tallín (Estonia) en 2012, así como conferencias regionales en Isfahán (Irán) e Isla Margarita (Venezuela) en 2011 y otros talleres en Eslovenia, España y Alemania.
Málaga es la sede mundial de la tecnología y está intentado aprovechar esa condición lo máximo posible. Un premio gordo que este año celebra su 15 aniversario y que puede cumplir muchos años más.
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