jueves, 9 de diciembre de 2010

El hierro despierta en Teruel

Las minas de Ojos Negros, cerradas en 1987, podrían recuperar la actividad con la empresa Circonita, que está a punto de lograr la concesión de explotación tras cinco años de trámites.
            Tras más de dos décadas de parálisis, las minas de hierro de Ojos Negros están cerca de recuperar parcialmente la actividad perdida. Las explotaciones de este enclave turolense cerraron en el 1987, lo que hundió la economía y el empleo local. Más de 20 años después, y tras cinco años de gestiones, la empresa Circonita tiene previsto reiniciar en el 2011 la explotación del mineral en esta zona, aunque para un uso diferente al de antaño (acero). La iniciativa es vista en la localidad como una luz de esperanza para su futuro.

             La explotación del hierro de Ojos Negros se remonta a la antigüedad, a la época de los celtíberos, pero fue a principios del siglo pasado cuando comenzó la extracción de forma industrial. El hierro turolense alimentaba los Altos Hornos de Sagunto, hasta donde llegaba por su propio ferrocarril. La actividad se prolongó durante más de 80 años --aunque con algunas interrupciones--, hasta que en 1987 se produjo el cierre definitivo, arrastrado por la crisis del acero nacional. Se perdieron más de 200 empleos directos y, desde entonces, el pueblo ha sufrido una sangría demográfica: de 1.300 habitantes a los 550 actuales.

           Ahora, tras cinco años de tramitación, la firma aragonesa Circonita está a punto de obtener de manos de la DGA la concesión para la explotación de óxidos y carbonatos de hierro en una corta de cinco cuadrículas mineras (144,45 hectáreas), bautizada como Mariluz en honor a la madre de un trabajador de la compañía. "El proyecto está informado, alegado y listo. Solo falta que recibamos la documentación oficial, que esperamos que sea antes de acabe el año o principios del 2011", explica José Ángel del Pozo, director de negocio de la compañía, que forma parte de un potente grupo minero cuya facturación procede en un 80% de la exportación.


                   Una vez conseguido el ansiado permiso, comenzará la extracción de forma inmediata", asegura el directivo. En la fase inicial se esperan crear entre 5 y 10 empleos. Todo dependerá del volumen de explotación. "Tenemos previsiones de algún proyecto en la mano, lo que nos hace pensar que vamos a arrancar con fuerza", señala Del Pozo. La producción se destinará al principio a la venta como aditivo del cemento, enfocado al mercado del cuadrante noreste de España, donde la empresa ya cuenta con contactos de otra explotación que gestiona en Herrera de los Navarros.
                Pero el proyecto de Ojos Negros es más ambicioso y trasciende del maltrecho sector de la construcción. El reto es destinar el mineral a aplicaciones de más valor añadido que el cemento, como la fabricación de vidrio, pinturas o cerámica.
            Circonita no parte de cero en esta aspiración. Promindsa, la empresa a la que está aliada en un grupo minero, le transferirá su experiencia en productos mineros especializados. De hecho, exporta a 54 países y es líder mundial en óxido de hierro para pigmentos. "Tenemos la experiencia, el personal y la red comercial para llevar adelante el proyecto", dice Del Pozo.
            De la viabilidad de esos usos de alta valor añadido dependerá que la iniciativa empresarial adquiere una mayor entidad y se construya una planta industrial junto a las minas. Ahora que la minería de carbón languidece en Teruel, Circonita quiere dar una nueva oportunidad a la riqueza mineral de Ojos Negros, donde el proyecto llega como agua de mayo.

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